Hace 18 años, un momento crucial en la industria tecnológica tuvo lugar cuando Steve Jobs subió al escenario del Moscone Center de San Francisco para presentar el primer iPhone. Este dispositivo, que combinaba las funciones de un teléfono, un iPod con pantalla táctil y un navegador de internet, redefinió el concepto de smartphone. Antes de su lanzamiento, los teléfonos inteligentes estaban dominados por marcas como BlackBerry y Nokia, con dispositivos que eran a menudo complejos y limitados en su funcionalidad. La aparición del iPhone, con su pantalla táctil capacitiva de 3,5 pulgadas y su interfaz innovadora, marcó un cambio de paradigma al simplificar la tecnología y presentar una interfaz centrada en gestos, lo que significó una experiencia de usuario inigualable en ese entonces.
El impacto del iPhone trascendió sus innovaciones tecnológicas, convirtiéndose rápidamente en un fenómeno cultural global. La revolución que trajo consigo el App Store, introducido un año después, facilitó un entorno para el desarrollo de aplicaciones que transformaron la manera en que las personas se comunican, trabajan y acceden a entretenimiento. En el ámbito económico, el iPhone catapultó a Apple a la cima, convirtiéndola en una de las empresas más valiosas del mundo. Esta influencia también provocó una ola de innovación entre otras compañías tecnológicas, llevando al desarrollo de plataformas como Android. A pesar de que han pasado 18 años y muchas iteraciones desde ese primer modelo, el iPhone sigue siendo un referente esencial en diseño y funcionalidad, simbolizando un legado duradero en la historia tecnológica.
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