En un mes que ha pasado a la historia como el marzo más lluvioso de Madrid, los tanques de tormentas de la ciudad han demostrado ser una infraestructura esencial para el manejo de las precipitaciones excepcionales. Gracias a su capacidad de almacenamiento, estos tanques evitaron el vertido directo de aguas contaminadas al río Manzanares durante los episodios de lluvias torrenciales, protegiendo tanto la calidad del agua como la seguridad de los residentes.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, junto al concejal de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, inspeccionaron el tanque de tormentas de Arroyofresno. Esta visita subrayó la eficacia de los sistemas de filtrado que retiran toneladas de residuos sólidos antes de que lleguen al cauce del río, lo que disminuye significativamente la contaminación.
Con una capacidad total de 1.410.100 metros cúbicos repartidos en 38 tanques alrededor de la ciudad, el sistema ha almacenado cerca de 2.748.594 litros hasta el 31 de marzo, superando en un 48,7% la media desde 2020. El tanque de Arroyofresno, uno de los más grandes de Europa, desempeñó un papel crucial durante este periodo.
Estas instalaciones no solo ayudan a la preservación medioambiental, sino que también minimizan los riesgos de crecidas en puntos críticos a lo largo del río. El agua almacenada, después de ser filtrada y tratada, se recicla para riego y limpieza urbana, lo que refuerza el compromiso de Madrid con la sostenibilidad.
Cada uno de los tanques, desde el de Adelina Patti hasta el de Valdebebas, contribuye a un sistema integral que convierte las adversidades climáticas en oportunidades para repensar la gestión del agua y la protección de recursos naturales. La infraestructura, que es mantenida y revisada continuamente, demuestra el valor de la planificación urbana enfocada en el futuro y la resiliencia frente a los desafíos ambientales.
