El Tribunal Supremo de Israel ha dictaminado que el Estado debe comenzar a reclutar en el Ejército a los alumnos de seminarios del judaísmo ultraortodoxo, poniendo así fin a décadas de exenciones para esta comunidad. Esta decisión podría fracturar la coalición de gobierno de Benjamin Netanyahu, que incluye a partidos ultraortodoxos. Tradicionalmente, hombres y mujeres judíos israelíes están obligados a servir en el Ejército a los 18 años, con excepciones para minorías y estudiantes de seminarios religiosos desde 1948. Los ultraortodoxos representan el 13% de la población y su resistencia al alistamiento radica en la preocupación por preservar su identidad religiosa.
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