El Tribunal Supremo de Estados Unidos, dominado por una mayoría conservadora, ha autorizado al presidente Donald Trump a destituir a tres miembros demócratas de la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo. Este organismo, creado para proteger la integridad de productos como juguetes y aparatos electrónicos, opera de manera independiente desde 1972. La decisión del Tribunal, adoptada por seis de sus nueve jueces, responde a una solicitud del Departamento de Justicia y anula una decisión anterior de un tribunal inferior que impedía los despidos. Los tres funcionarios demócratas, nombrados por el presidente Joe Biden, habían intentado frenar la importación de baterías defectuosas y se habían opuesto a recortes de personal promovidos por la administración republicana.
La decisión del Supremo se inscribe dentro de una serie de fallos que amplían los poderes de Trump sobre las agencias federales, permitiéndole ejercer un mayor control sobre el Ejecutivo. Al invocar un argumento constitucional sobre el poder ejecutivo del presidente, el Tribunal desestima un precedente de 90 años que protegía a los líderes de estas agencias de interferencias políticas. Esta nueva ampliación de poderes ya ha permitido la remoción de dirigentes de otras dos importantes agencias federales. La medida ha sido adoptada pese a que la normativa federal prohíbe despidos sin justificación, y se interpreta como un cuestionamiento a los límites que el Congreso puede imponer al poder presidencial en materia de control del Ejecutivo.
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