El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha fallado a favor de una mujer que demandó a su empleador por discriminación en favor de dos hombres gays, lo que abre la puerta para que miembros de grupos no minoritarios, como hombres heterosexuales o personas blancas, presenten reclamaciones similares ante los tribunales. Con una decisión unánime, los magistrados anularon una norma que requería que estos individuos demostraran «estándares más altos» de discriminación en sus lugares de trabajo, considerándola inconstitucional.
La demandante, Marlean Ames, quien trabajaba en el servicio correccional de Ohio, argumentó que las diferencias en los estándares de prueba eran injustas y anticonstitucionales. Ames había sido discriminada en dos ocasiones entre 2018 y 2019, cuando se le negó un ascenso en favor de empleados gays que no habían siquiera postulado. Con el respaldo del Tribunal Supremo, su caso podrá ser vuelto a evaluar en instancias inferiores, lo que podría sentar un precedente importante para futuras demandas de este tipo.
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