En una noche inolvidable en el Parque de los Príncipes, el Girona dejó escapar un valioso empate frente al PSG en su debut histórico en la Champions League. El equipo de Míchel, que exhibió una meritoria actuación coral, vio cómo su héroe bajo los tres palos, Paulo Gazzaniga, se convirtió en villano al fallar en un centro sencillo de Bruno Mendes en el minuto 90. Este error empañó una gran actuación del Girona, que durante largos tramos del partido consiguió neutralizar al poderoso conjunto parisino, evitando que encontraran la manera de superar la sólida organización defensiva blanquirroja. Oriol Romeu fue crucial en el medio campo para sostener al equipo catalán, que pese a su esfuerzo defensivo, terminó sufriendo la derrota en su primera noche europea.
El PSG, bajo la batuta de Luis Enrique, mostró signos de estar en plena construcción, especialmente después de la salida de Mbappé. El campeón francés no logró imponerse con la claridad esperada, y aunque tuvo momentos de peligro, como una notable intervención de Gazzaniga ante Dembélé, careció de efectividad en los metros finales. Un cambio obligado, con la lesión de Marco Asensio y la entrada de Kolo Muani, no logró alterar el curso de un partido que el Girona consiguió mantener equilibrado gracias a su valentía y organización. Al final, el error de Gazzaniga devolvió el protagonismo al PSG, sellando una ajustada victoria que puso fin a una noche repleta de emociones para el debutante Girona en la tierra prometida del fútbol de elite europeo.
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