El proyecto de infraestructura en curso está programado para desarrollarse en dos fases principales. La primera de ellas se extenderá hasta el 3 de agosto del presente año, y consiste en preparativos preliminares esenciales para el desarrollo completo de la obra. Este segmento inicial busca minimizar el impacto en el tráfico y sentar las bases para intervenciones más profundas. Durante este tiempo, se realizarán tareas que incluyen la instalación de señalización provisional y labores de acondicionamiento sin interrupciones significativas para los conductores que transitan por la zona.
En contraste, la segunda fase del proyecto implicará cortes más significativos en la vía principal, proyectándose hasta diciembre de 2026. Esta etapa será crítica, ya que abarca las obras más intensivas que exigirán la intervención directa sobre el trazado vial. Las autoridades han subrayado la importancia de estas acciones para mejorar la infraestructura a largo plazo, asegurando que se han desplegado planes detallados para gestionar el impacto en el tráfico durante el periodo de ejecución. Los responsables del proyecto instan a la población a estar atenta a las actualizaciones sobre desvíos y ajustes en las rutas habituales, con el propósito de minimizar inconvenientes para los ciudadanos.
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