El universo creado por J.K. Rowling sigue resonando en millones de fanáticos y se expande aún más con la anticipada serie que Max planea estrenar el próximo año. Desde su inicio como la historia de un niño huérfano con una cicatriz en forma de rayo, Harry Potter se ha convertido en un fenómeno cultural que ha conectado profundamente con varias generaciones. Con un mundo rico en personajes entrañables y escenarios icónicos como Hogwarts y el Callejón Diagon, los lectores no solo se sumergieron en la narrativa, sino que habitaron un universo que se siente completo y vibrante.
A lo largo de las ocho películas, los actores que interpretaron a los personajes principales enfrentaron el desafío de crecer frente a las cámaras, lo que llevó a situaciones interesantes, como la necesidad de repetir escenas debido a cambios en sus voces. Daniel Radcliffe, el joven mago, se destacó no solo por su actuación, sino también por sus travesuras entre tomas, rompiendo más de 80 varitas y utilizando más de 160 pares de gafas, cada una diseñada con atención al detalle para mantener la continuidad visual y adaptarse a sus necesidades. Esta dedicación meticulosa al diseño de vestuario y utilería refleja el esfuerzo colectivo que convirtió la saga Harry Potter en un fenómeno cinematográfico casi mágico.
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