En una reciente investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, ha salido a la luz la influencia financiera de la empresa Have Got Time S.L., en un acuerdo inmobiliario relacionado con el exministro José Luis Ábalos. Según las autoridades, el 9 de junio de 2021, la compañía, vinculada con el empresario Aldama, desembolsó 526.500 euros para asegurar el contrato de alquiler con opción a compra de una propiedad en la costa andaluza, donde Ábalos y su familia disfrutaron del verano de ese año.
Have Got Time S.L., una empresa constituida en enero de 2021, se presentó en el mercado con el objetivo de dedicarse al comercio al por mayor de combustibles sólidos, líquidos y gaseosos. Pese a estar operativa por más de tres años, no cumplió con la presentación de informes financieros en el registro mercantil, motivo por el cual su facturación permanece desconocida. No obstante, se sabe que su capital social era de apenas 3.000 euros.
A pesar de su corto trayecto, la empresa ha acumulado una considerable deuda con la Agencia Tributaria, destacándose en la última lista de morosos como uno de los principales deudores. Según los registros actualizados semestralmente, Have Got Time S.L. mantiene una deuda de 65 millones de euros con Hacienda, posicionándose en el décimocuarto lugar entre aquellos que deben más de 600.000 euros al fisco.
La situación financiera de la empresa es tal que, en los últimos meses, esta se trasladó de su primera sede en la calle Juan Bravo en Madrid a Las Rozas, solo para ser finalmente disuelta este verano. En agosto, el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) oficializó la disolución de la compañía, lo que dificulta aún más la recuperación de la multimillonaria deuda con Hacienda.
Carlos Cruzado, presidente de los Técnicos de Hacienda (Gestha), ha indicado que lo más probable es que esta suma quede en el olvido dentro de las arcas del Estado. «Lo que pasará es que esa será una de las muchas que aparecen en la lista de morosos y que en algún momento desaparece del listado, no porque haya saldado su deuda, como podría dar a entender esa salida, sino porque la deuda se da de baja por insolvencia definitiva», explica.
Este caso ejemplifica las serias deficiencias en la regulación y vigilancia de deudores fiscales, llamando la atención sobre la necesidad de reforzar las políticas públicas para evitar la proliferación de empresas fantasma que terminan por evadir sus obligaciones tributarias en detrimento del interés general.
Fuente: Gestha
