La creciente tendencia de abandonar la medicación debido a la ausencia de síntomas visibles y el desconocimiento de los riesgos asociados ha alarmado a los expertos en salud. Esta falta de adherencia al tratamiento puede resultar en graves consecuencias, como infartos o ictus, advierten los especialistas. A pesar de la sensación de bienestar, dejar de tomar los medicamentos prescritos para condiciones crónicas, como la hipertensión o el colesterol alto, incrementa significativamente el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. Los médicos enfatizan la importancia de seguir los tratamientos incluso cuando no se perciben síntomas, ya que estas condiciones pueden desarrollarse silenciosamente.
El problema se agrava por la insuficiente información que muchas personas tienen sobre las enfermedades asintomáticas y sus potenciales complicaciones. Los profesionales de la salud hacen un llamado a mejorar la comunicación con los pacientes para asegurar que comprendan la importancia de la continuidad en sus tratamientos. Además, sugieren que campañas educativas podrían ayudar a mitigar el riesgo de que más personas tomen decisiones que comprometan su salud cardiovascular. La comunidad médica insiste en que las consultas regulares y el seguimiento médico son esenciales para prevenir incidentes potencialmente fatales.
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