La hidradenitis supurativa es una enfermedad crónica de la piel, caracterizada por la inflamación recurrente de glándulas sudoríparas, que genera brotes dolorosos y supurativos en diversas partes del cuerpo. Estas lesiones, generalmente ubicadas en áreas donde la piel se roza, como axilas e ingles, pueden convertirse en abscesos y cicatrices. Aunque se desconoce su causa exacta, se sabe que factores genéticos, hormonales y ambientales contribuyen a su aparición, afectando significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. La enfermedad es más común entre adolescentes y adultos jóvenes y tiende a afectar más a mujeres que a hombres.
El manejo de la hidradenitis supurativa implica un abordaje multidisciplinario que puede incluir tratamientos farmacológicos, terapias láser y, en casos severos, cirugía. Actualmente, no existe una cura definitiva, por lo que el tratamiento se centra en reducir la frecuencia y severidad de los brotes, así como en aliviar el dolor y prevenir complicaciones. Investigadores continúan explorando nuevas opciones terapéuticas, dado el impacto psicológico y social que la enfermedad tiene en los pacientes. La concienciación sobre esta afección es crucial para promover un diagnóstico temprano y mejorar el acceso a los tratamientos disponibles.
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