El Sevilla Fútbol Club volvió a demostrar su dominio en los derbis andaluces al vencer por 1-0 al Real Betis en un partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. A pesar de atravesar momentos de crisis institucional y desafíos en la clasificación liguera, el conjunto sevillista dio un paso al frente en este enfrentamiento, manteniendo su tradición de imponerse en los duelos contra su eterno rival. El encuentro, que prometía emociones debido a las historias personales tanto del entrenador bético Manuel Pellegrini, el técnico más veterano en dirigir en Primera, como de Jesús Navas, rey de los derbis, no decepcionó en intensidad. Un solitario gol de penalti de Dodi Lukébakio a los 50 minutos, tras una mano de Diego Llorente, permitió al Sevilla llevarse la victoria y sumar tres valiosos puntos ante su afición.
El Betis, por su parte, se mostró falto de imaginación y energía, incapaz de superar un planteamiento sevillista basado en la consistencia y el aprovechamiento de los contragolpes. La esperada reacción verdiblanca nunca llegó, a pesar de algunos destellos individuales de Giovanni Lo Celso, que fueron sofocados por una defensa local bien organizada. El Sevilla, incluso con un jugador menos tras la expulsión de Tanguy Nianzou en los minutos finales, consiguió mantener su ventaja y sellar el triunfo. Este resultado deja a ambos equipos empatados a 12 puntos en la tabla, pero con sensaciones muy diferentes para el futuro inmediato. Mientras el Sevilla encuentra en esta victoria razones para el optimismo, el Betis deberá reflexionar profundamente sobre su enfoque y rendimiento en los derbis si desea cambiar su suerte en futuras ediciones del clásico sevillano.
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