El Servicio Secreto observó a Thomas Crooks, el atacante de Donald Trump, en un tejado 20 minutos antes del tiroteo en Butler, Pensilvania, informó ABC. Crooks, de 20 años, fue detectado con un telémetro una hora antes del ataque y perdió contacto con los agentes del Servicio Secreto. Trump fue herido en una oreja y una persona del público murió, mientras que otras dos resultaron gravemente heridas. El FBI sigue investigando los motivos del ataque, y el Gobierno ha incrementado la seguridad del expresidente y ha asignado agentes del Servicio Secreto a Robert Kennedy Jr. Representantes políticos exigen que Kimberly Cheatle, jefa del Servicio Secreto, asuma responsabilidad.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.