El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, forzó una lectura maratónica de 15 horas de la polémica reforma fiscal de Trump, que busca reducir impuestos y modificar el gasto público. La maniobra fue parte de un prolongado debate en el Capitolio que culminó con una reñida votación, desempatada gracias al vicepresidente J. D. Vance. La ley, conocida como la “One Big Beautiful Bill”, avanza ahora a la Cámara de Representantes, donde ya enfrenta resistencia de algunos republicanos por sus implicaciones en el déficit y los recortes a programas sociales como Medicaid y SNAP.
El fin de semana fue testigo de intensas estrategias políticas y presión desde la Casa Blanca para lograr la aprobación de la legislación antes del Día de la Independencia. Empleados del Senado y periodistas vivieron horas de tensión y agotamiento durante el proceso de “Vote-o-Rama” mientras Trump amplificaba su ofensiva contra críticos como Elon Musk, quien públicamente se opuso al proyecto y amenazó con apoyar a candidatos contrarios. En un clima de incertidumbre y divisiones internas, la ley avanza en su recorrido legislativo con el desenlace aún incierto.
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