El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, compareció en el Pentágono para defender el reciente ataque liderado por Donald Trump contra las instalaciones nucleares de Irán. Aseguró que la operación, que destruyó los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán, provocó un daño irreparable al programa nuclear iraní. Hegseth criticó duramente a los medios de comunicación por cuestionar el impacto del ataque, acusándolos de apoyar al régimen iraní en su oposición a Trump. Según él, el bombardeo fue «la operación militar más compleja y secreta de la historia», culminando en un acuerdo de alto el fuego que puso fin a la Guerra de los 12 Días entre Israel e Irán.
Sin embargo, un informe preliminar de la Agencia de Inteligencia de Defensa sugiere que el ataque solo retrasó el programa nuclear de Irán unos meses, ya que el régimen logró mover sus reservas de uranio antes del bombardeo. La Casa Blanca, irritada por la filtración, cambió las reglas sobre la información confidencial compartida con el Congreso. Trump, visiblemente molesto, atacó a la prensa acusándola de difundir «fake news», mientras la CIA respaldaba oficialmente el daño infligido al programa nuclear iraní. El director, John Radcliffe, afirmó que las instalaciones clave fueron destruidas, y Hegseth utilizó la ocasión para enaltecer el sacrificio de los pilotos estadounidenses que participaron en la misión.
Leer noticia completa en El Pais.