En una conmemoración significativa del Día de la Independencia, el presidente de El Salvador reunió a 18.000 miembros de la Fuerza Armada en una destacada ceremonia. Este acto no solo celebró la libertad nacional, sino también la proclamada transformación del país en términos de seguridad. Durante su discurso, el mandatario resaltó que El Salvador ha pasado de ser el país «más peligroso» del hemisferio occidental al «más seguro». La ceremonia, que reunió a miles de personas, reflejó el orgullo nacional y un marcado cambio en la percepción de seguridad dentro del país.
El evento, que tuvo lugar en un contexto de alta visibilidad pública, marcó un hito en la narrativa gubernamental y en la percepción internacional de El Salvador. La presencia masiva de efectivos militares subrayó el enfoque del gobierno en la seguridad y la estabilidad como pilares fundamentales de su administración. Este cambio de imagen, según destacó el presidente, es el resultado de políticas estrictas y campañas contra las pandillas y la delincuencia, que han transformado el entorno en uno más seguro para los ciudadanos. La clausura de la celebración estuvo marcada por un desfile militar, simbolizando la fortaleza y unidad del país en su nueva era de seguridad.
Leer noticia completa en El Mundo.