Daniel Day-Lewis, considerado uno de los actores más galardonados de la historia del cine, regresa al séptimo arte tras casi una década de retiro con la película «Anemone», dirigida por su hijo. El regreso del actor, conocido por sus tres premios Oscar, se produce en un contexto donde su compromiso con la actuación es legendario. Day-Lewis es famoso por su dedicación al método actoral, al punto de sumergirse completamente en sus personajes, como fue el caso de su interpretación en «Lincoln», donde se empapó de la historia del presidente estadounidense y mantuvo su identidad incluso fuera del set de rodaje.
En el rodaje de «Gangs of New York», Day-Lewis llevó su método al extremo al encarnar a William Poole, conocido como El Carnicero. Su inmersión total lo llevó a adoptar el acento y comportamiento del personaje durante meses, e incluso enfrentarse a desafíos físicos por no ajustarse al clima con vestimenta adecuada a su personaje, lo que resultó en una neumonía. A pesar de las súplicas del director Martin Scorsese para que se cuidara, Day-Lewis rechazó abrigarse adecuadamente, mostrando su profundo compromiso con su papel. Este nivel de entrega evidencia el impacto y la influencia del método actoral en su carrera.
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