El rey Juan Carlos ha decidido llevar a tribunales al expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, por presuntos ataques a su derecho al honor a través de críticas reiteradas. La demanda, anunciada por medios locales y confirmada por agencias de prensa, se produce tras la ausencia del monarca en un acto de conciliación en Santander. Revilla, preocupado por la posibilidad de tener que comparecer ante un juez a sus 83 años, ha manifestado su firmeza en las declaraciones realizadas sobre el emérito, a quien acusa de no haber repatriado el dinero que, según él, debería regresar a España.
A pesar de sus intentos de resolución en el acto de conciliación, el conflicto entre ambos no ha alcanzado un acuerdo. Revilla se ha mostrado desafiante, manteniendo sus críticas y lamentando la necesidad de resolver el asunto judicialmente. El exdirigente cántabro, quien ha expresado su descontento a través de los medios, sugiere que sus afirmaciones reflejan un sentir mayoritario en la sociedad española. Los abogados de Revilla sostienen que sus expresiones están amparadas por la libertad de expresión, dado su contexto de interés público. La demanda exige a Revilla una compensación de 50.000 euros, que Juan Carlos destinaría a fines solidarios, en respuesta a las acusaciones de calumnias e injurias que, según su defensa, han vulnerado su honor.
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