El reciente regreso del Papa León XIV al Palacio Apostólico, así como su elección de un SUV negro para sus desplazamientos, ha generado debate sobre un posible alejamiento de las prácticas austeras promovidas por su predecesor, el Papa Francisco. Francisco era conocido por su estilo de vida sencillo, rechazando lujos y prefiriendo medios de transporte menos ostentosos, como un modesto Ford Focus. En contraste, el uso de un vehículo más lujoso y la reocupación del palacio podrían estar marcando un cambio significativo en la imagen y las prioridades del Vaticano bajo el nuevo liderazgo de León XIV.
Además, León XIV ha comenzado a utilizar piezas litúrgicas que habían sido descartadas anteriormente por Francisco, quien prefería objetos más simples y menos ornamentados para las ceremonias religiosas. Estos cambios han despertado inquietud entre aquellos que valoraban el enfoque humilde del pontífice anterior, generando especulaciones sobre una posible vuelta a tradiciones más solemnes y ostentosas. La comunidad internacional y católica sigue de cerca estas decisiones, mientras se evalúa cómo afectarán a la percepción del papado y su mensaje global en los años venideros.
Leer noticia completa en El Mundo.