Este domingo, pastores, ovejas y cabras protagonizarán una jornada festiva en el corazón de España, buscando reivindicar la importancia de la trashumancia, una práctica histórica que ha moldeado paisajes y culturas a lo largo de los siglos. El evento pretende no solo celebrar, sino también concienciar sobre el valor de esta actividad ancestral que, aunque en declive, sigue siendo esencial para el equilibrio ecológico y económico de diversas regiones del país.
La trashumancia, que consiste en el desplazamiento estacional de ganado en busca de pastos frescos, ha sido durante generaciones una parte integral de la vida rural española. Sin embargo, en las últimas décadas, la modernización de la agricultura y los cambios en los estilos de vida han puesto en peligro su continuidad. Este encuentro dominical busca resaltar su relevancia, no solo para los pastores, sino para toda la comunidad.
En esta ocasión, las ovejas y cabras recorrerán antiguas rutas trashumantes, recordando a todos los asistentes la importancia de preservar estas vías verdes que conectan diferentes ecosistemas. La festividad incluirá actividades para todas las edades, desde talleres educativos hasta degustaciones de productos locales, destacando cómo la trashumancia contribuye a la diversidad cultural y gastronómica del país.
Organizaciones de defensa de la trashumancia, junto con las comunidades locales, han unido fuerzas para que el evento sea también una plataforma para dialogar sobre los desafíos actuales. Se espera que la jornada ayude a fomentar políticas que apoyen a los pastores y promuevan la conservación de esta práctica, vital para mantener la biodiversidad y combatir la despoblación rural.
Los participantes y visitantes podrán interactuar directamente con los pastores, quienes compartirán sus experiencias y sabiduría acumulada a lo largo de generaciones. En un mundo donde lo tradicional a menudo se enfrenta a las presiones de la modernidad, esta celebración busca recordar que la trashumancia es más que una simple actividad económica: es una parte esencial del patrimonio cultural de España.
Al concluir el día, los organizadores esperan que todos los asistentes se lleven a casa no solo un recuerdo agradable, sino también un renovado sentido de responsabilidad hacia la preservación y promoción de la trashumancia, asegurando que continúe siendo una tradición viva en el futuro.