Raúl Rivares, un historiador experimentado, ha dedicado meses a desentrañar la compleja trama genealógica de la familia Borgia. Lo que inicialmente parecía una tarea monumental se convirtió en un proyecto revelador, confirmando la presencia de herederos directos de Lucrecia Borgia en la localidad de Borja, su propio lugar de origen. Esta conexión con la familia del último papa español en Roma destaca cómo los vestigios del pasado resuenan en el presente, reforzando la influencia duradera de los Borgia a lo largo de los siglos.
Los hallazgos de Rivares destacan la existencia de seis descendientes vivos de Lucrecia, entre ellos un bebé de apenas unos meses. Este descubrimiento no solo ilustra la perdurabilidad de los lazos familiares, sino que también arroja luz sobre la importancia histórica y cultural de los Borgia en la región. El estudio de Rivares, con su meticuloso enfoque, pone de manifiesto la importancia de preservar y comprender las raíces históricas, que continúan impactando a las generaciones actuales de manera sorprendente.
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