La Comunidad de Madrid ha intensificado sus esfuerzos para gestionar de manera más eficiente las precipitaciones, en respuesta a la actual crisis climática que afecta la región. Actualmente, cuenta con más de 70 instalaciones dedicadas a la recogida de aguas pluviales, un elemento clave en la estrategia para asegurar el suministro hídrico y mitigar los efectos de las sequías. Estas infraestructuras permiten almacenar el agua de lluvia para su utilización en épocas de escasez, contribuyendo así a un mejor manejo de los recursos naturales y a la sostenibilidad del medio ambiente local.
Ante el incremento de los fenómenos climáticos extremos, la Comunidad está planificando un ambicioso proyecto que contempla la creación de más de 100 nuevas instalaciones de recogida de aguas pluviales. Estas infraestructuras no solo fortalecerán la capacidad de respuesta frente a futuras crisis, sino que también impulsarán la resiliencia del sistema hídrico regional. La administración local subraya la importancia de estas medidas como parte de un enfoque integral para garantizar la seguridad del agua a largo plazo, en una coyuntura marcada por la creciente incertidumbre climática.
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