El Real Madrid enfrenta un reto significativo debido a la acumulación de partidos y el desgaste físico en una de sus temporadas más extensas, exacerbada por su participación en el Mundial de Clubes. Actualmente, se prepara para un duelo decisivo en semifinales contra el PSG, lo que ha llevado al club a solicitar a LaLiga el aplazamiento de su primer encuentro de la próxima temporada, programado para el 19 de agosto contra Osasuna en el Santiago Bernabéu. La intención es brindar a sus jugadores el descanso adecuado antes de iniciar una nueva campaña.
Simultáneamente, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha intervenido, enviando una petición tanto a LaLiga como a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para posponer el debut liguero de ambos equipos. La solicitud se basa en el cumplimiento del convenio que garantiza 21 días continuos de vacaciones y tres semanas de pretemporada, pactado previamente. Mientras tanto, Osasuna ha mostrado disposición para el aplazamiento, aunque el Real Madrid mantiene sus reservas acerca de recibir una respuesta afirmativa por parte de LaLiga.
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