En una noche memorable en el Etihad Stadium, el Real Madrid consiguió su primera victoria en este escenario tras siete intentos, logrando romper una maldición histórica que le había hecho vivir dolorosas derrotas previas, incluida una humillante goleada por 4-0 el año pasado. La velada comenzó con un toque provocador, cuando al salir al campo, se pudo ver una lona que, con un guiño sarcástico a Vinicius Jr., mostraba la frase «Stop crying your heart out», haciendo alusión a la famosa canción de Oasis, y acompañada de la imagen de Rodri, el recién galardonado Balón de Oro. Desde el primer momento, los abucheos del público marcaron un campo hostil para el brasileño, quien junto a sus compañeros, enfrentó una intensa presión. Sin embargo, los merengues respondieron con una oleada de oportunidades, siendo los únicos en hacerle frente al Manchester City con Guardiola, pues nunca un equipo había disparado tanto a puerta en su estadio.
El partido estuvo marcado por los incesantes intentos del ataque blanco y la ajustada defensa del conjunto inglés, lo que llevó a una inesperada resolución en los minutos de descuento. A pesar del gol inicial de Erling Haaland, el Madrid no cedió terreno y aprovechó la oportunidad cuando Mbappé, de una manera imprevista, logró anotar el tanto decisivo en una jugada aparentemente fallida. Carlo Ancelotti, en conferencia de prensa, subrayó el esfuerzo y la dedicación de sus jugadores, destacando el trabajo excepcional de Tchouameni y Asencio. No obstante, a pesar de la celebración por el resultado, Ancelotti advirtió que se trata de «un resultado trampa» y abogó por mantener la calma para los enfrentamientos futuros. Pep Guardiola, por su parte, reconoció la calidad del rival y se resignó ante la victoria del Madrid en lo que definió como la mejor noche del conjunto blanco.
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