Los blancos se coronaron campeones tras vencer en la final al Valencia con su tercer triunfo consecutivo. El equipo demostró su superioridad en el encuentro, especialmente en la segunda mitad, donde impusieron su ritmo y dominaron el marcador. Mario Hezonja y Bruno Fernando fueron las figuras destacadas del partido, liderando el ataque de los blancos con gran eficiencia y solidez. Valencia, por su parte, se mostró desacertado y no logró contener el empuje de sus rivales, especialmente tras el descanso, momento en que los blancos rompieron el partido gracias a una ráfaga de puntos y una defensa firme.
El encuentro se desarrolló con intensidad desde el inicio, pero los ajustes tácticos del entrenador de los blancos al regreso del vestuario marcaron la diferencia. Hezonja, con su precisión desde el perímetro, y Fernando, asegurando los rebotes y aportando en la pintura, fueron determinantes para inclinar la balanza a favor de su equipo. A pesar de los esfuerzos del Valencia por recortar distancias, el desacierto en sus lanzamientos y las pérdidas de balón les pasaron factura. Con este triunfo, los blancos sellaron su dominio en la serie final, llevándose el título con un contundente cierre y dejando claro su estatus como uno de los equipos más competitivos del torneo.
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