En 2022, se estableció un importante acuerdo con la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, el cual fijó que solo podrían coincidir en el puerto de Palma un máximo de tres cruceros por día. Esta medida fue implementada con el objetivo de limitar la presión turística sobre la ciudad balear, buscando un equilibrio entre la actividad económica que generan los cruceros y la sostenibilidad ambiental y social de la región. Este acuerdo también estableció un tope de 8.000 turistas diarios provenientes de estos barcos, lo que permite una mejor gestión del flujo de visitantes en Palma.
El impacto de este acuerdo busca abordar las crecientes preocupaciones sobre la masificación turística y sus repercusiones negativas en el patrimonio y la calidad de vida de los residentes. La regulación ha sido vista como un paso crucial hacia un turismo más responsable y es parte de un esfuerzo más amplio por parte de la comunidad local y las autoridades para preservar los recursos naturales y culturales de las Baleares. Este acuerdo destaca la importancia de una colaboración estrecha entre el sector privado y las autoridades locales para proteger destinos turísticos populares en un contexto de cambio global.
Leer noticia completa en El Mundo.