En un esfuerzo por abordar la creciente crisis de vivienda en Valencia, el grupo municipal del PSPV ha propuesto una innovadora medida que consiste en añadir una o dos plantas a los edificios existentes, como ya han hecho otras ciudades como Barcelona y Madrid. Esta estrategia busca aprovechar las estructuras ya existentes para ampliar el parque de vivienda pública, ofreciendo hasta 72.220 nuevos pisos si se añade una planta, cifra que podría duplicarse si se añadieran dos. La concejala socialista Elisa Valía subraya que esta iniciativa no solo aumentaría el número de viviendas disponibles, sino que también permitiría a los residentes financiar reparaciones estructurales en sus edificios mediante la venta de la nueva edificabilidad. Esto es especialmente relevante dado el envejecido parque de viviendas de la ciudad.
Además, Valía enfatiza que, junto a otras medidas propuestas en los últimos meses, como declarar zonas tensionadas para limitar la subida de alquileres, esta iniciativa podría mitigar el desarraigo de los vecinos. Sin embargo, las propuestas del PSPV han encontrado resistencia por parte del actual gobierno local liderado por el PP y Vox, que ha rechazado varias de sus sugerencias, incluyendo la compra de edificios bajo el derecho de tanteo y retracto. La situación se ve agravada por la reciente permuta de un edificio con un promotor, una acción que, según los socialistas, alimenta la especulación urbanística. Por otra parte, también se busca incentivar la incorporación de las 36.500 viviendas vacías que existen en la ciudad al mercado, como una vía para descongestionar el saturado mercado inmobiliario valenciano.
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