El PSOE celebró su 146 aniversario en un contexto de tensión política tras el veto del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso que impidió la presencia del Ejecutivo español en la tradicional fiesta del Dos de Mayo en Madrid. La ausencia del Gobierno en un evento tan simbólico llevó a los socialistas a organizar una celebración propia en La Rosaleda, cercana a la sede del partido. Durante el acto, Óscar López, ministro de Transición Digital y secretario general del PSOE regional, criticó la exclusión decidida por Ayuso y subrayó el compromiso del partido con la cultura, la sanidad y la educación públicas. Mientras Ayuso mantenía su celebración oficial bajo tormenta, López aprovechó para reforzar la imagen del PSOE como una alternativa sólida al PP, destacando los resultados de encuestas favorables que los alejan de Más Madrid.
En un ambiente festivo contrastante con el clima adverso del centro, diversos líderes socialistas aprovecharon para hacer un llamado a la movilización del electorado progresista, apelando a la historia del PSOE como motor de cambio y progreso social. Figuras como el presidente Pedro Sánchez y el ministro Félix Bolaños subrayaron la relevancia histórica del partido y su papel en la construcción de una España más justa y dinámica. La celebración también sirvió para recordar la fundación del PSOE en la clandestinidad, enfatizando su lucha por los derechos y libertades desde sus inicios. En Casa Labra, lugar emblemático de su origen, se recordó el espíritu de sus fundadores y se resaltó la importancia de continuar con una política centrada en la gente común, alineada con los logros económicos recientes del país.
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