En un encuentro decisivo para las aspiraciones de ambos equipos, los errores defensivos de Asencio y Rüdiger permitieron a los galos tomar una ventaja temprana de 2-0 en los primeros diez minutos del partido. Esta desconcentración inicial fue capitalizada rápidamente por la escuadra francesa, que mostró un juego agresivo y bien organizado, presionando desde el primer minuto y aprovechando las falencias del rival. La situación se tornó insostenible para el equipo que recibía los goles, lo que permitió que Fabián, en un despliegue extraordinario, ampliara la diferencia con dos anotaciones más que prácticamente sentenciaron el encuentro antes de llegar a la media hora.
El equipo local, claramente desmoralizado, intentó reorganizarse y contener el avance ofensivo de los galos, pero sus esfuerzos resultaron infructuosos. El dominio de los visitantes se mantuvo a lo largo de todo el partido, dejando pocas oportunidades para que sus rivales generaran peligro en el área contraria. En los minutos finales, Ramos se encargó de sellar el marcador con un contundente 4-0, cerrando una noche redonda para la escuadra gala. Este resultado no solo reflejó la superioridad táctica y técnica de los ganadores, sino también las serias fallas defensivas que su contrincante deberá corregir de cara a futuros compromisos.
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