El Museo del Prado ha inaugurado una fascinante exposición titulada «Cambio de forma: Mito y metamorfosis en los dibujos romanos de José de Madrazo». Esta muestra reúne una colección excepcional de dibujos y retratos del reconocido pintor santanderino, quien ostentó el honor de ser el primer director artístico de dicha institución. La exposición invita a sumergirse en el mundo de las metamorfosis mitológicas, un tema recurrente en la obra de Madrazo que le permitió explorar la idea de la transformación en el arte y en la vida.
El contexto en el que se desarrolló la obra de Madrazo añade una capa de complejidad histórica a la exposición. Durante los últimos años de la expansión del imperio napoleónico, el artista, contemporáneo de grandes figuras como Carlos IV en su exilio romano, navegó entre las corrientes de la tradición y la modernidad. Allí, en Roma, su trabajo estableció un diálogo con maestros del pasado como Rafael y Mengs, enfrentándose también a las preocupaciones y tensiones de su época.
La muestra se articula en torno a dos grupos de obras que plantean preguntas sobre sus propósitos originales: por un lado, bocetos destinados presumiblemente a grabados, y por otro, composiciones en forma de medios puntos. Estas últimas podrían haber estado destinadas a embellecer espacios específicos, como las estancias del palacio de Carlos IV en el convento de San Alejo, en el Aventino. En estas obras, José de Madrazo reinterpreta mitos como la disputa entre Apolo y Cupido, al tiempo que exhibe una notable habilidad para dotar de su toque personal y erudito a estas narrativas.
Un elemento destacado de la exposición es el retrato de Josefa Tudó, amante y más tarde esposa de Manuel Godoy, representada junto a sus hijos como Afrodita, Eros y Anteros en adoración a un busto de Godoy. Este retrato, con una rica carga simbólica, resalta tanto los inusuales lazos familiares como la iconografía mitológica empleada para señalar la complejidad política y social de su contexto.
Además, la exposición ofrece una perspectiva sobre José de Madrazo a través de su silueta negra, un retrato litográfico y una fotografía, proporcionando una visión de su interés en las tecnologías emergentes y su afán por la experimentación. Estas representaciones personales marcan momentos distintos de su vida y reflejan su continua búsqueda artística.
La trascendencia del fondo Daza-Madrazo, adquirido por el Museo del Prado en 2006, se hace evidente en esta exposición. Este conjunto de obras es fundamental para el estudio del proceso creativo del artista. «Cambio de forma» no solo examina la técnica y la profundización erudita de José de Madrazo, sino que también ofrece una reflexión sobre un tiempo de intensas transformaciones históricas y artísticas, cuando figuras como Goya capturaban la cruda realidad de la guerra y Napoleón reorganizaba el mapa europeo. Mientras tanto, desde su exilio en Roma, Madrazo hallaba en los mitos clásicos un reflejo de su tiempo y un vehículo para la reinvención.