El partido ha dejado claro que no está dispuesto a realizar cambios significativos antes de Navidad, subrayando que hacerlo podría ser perjudicial para sus intereses a largo plazo. La directiva insiste en que cualquier decisión apresurada, especialmente en lo que respecta a la elección del candidato para próximas contiendas electorales, podría ser catastrófica. Resaltan que la elección estratégica debe considerar las particularidades regionales y no ser dictada desde la capital, señalando que imponer un candidato desde Madrid sería un error irreversible que podría alienar a la base de apoyo local y poner en riesgo su cohesión interna.
Este enfoque refleja una preocupación creciente dentro de las filas del partido sobre la centralización excesiva de decisiones críticas que, según ellos, deben ser guiadas por las dinámicas locales. Además, con el horizonte electoral cada vez más cercano, el partido parece estar adoptando una postura más cautelosa para evitar fracturas o tensiones internas que puedan debilitar su posición. La advertencia emitida subraya la necesidad de un acercamiento más consultivo y menos autoritario por parte de la sede central, promoviendo así un protagonismo local en la selección de sus representantes oficiales, un factor que consideran crucial para mantener la unidad y fortaleza del partido en futuras elecciones.
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