En una tensa batalla política, el líder de Vox, Santiago Abascal, criticó al Partido Popular (PP) por mantener relaciones con el gobierno, al que considera una «mafia». Esta polémica se destacó durante la Conferencia de Presidentes autonómicos en Barcelona, donde el intento del presidente Pedro Sánchez de centrar la agenda en temas como la inversión en vivienda fue opacado por el enfrentamiento entre los líderes del PP y el gobierno. La conferencia, vista como una oportunidad para simbolizar la normalización institucional en Cataluña, se convirtió en un escenario de confrontación, con el PP insistiendo en la convocatoria de elecciones anticipadas.
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se situó en el centro de la controversia al negarse a saludar a Mónica García y ausentarse de discursos en lenguas cooficiales, generando indignación entre otros líderes autonómicos. Mientras tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se sumó a la retórica crítica de Ayuso. A pesar de varios intentos de desacreditar al gobierno con acusaciones que van desde la amnistía hasta supuestas corruptelas, el Ejecutivo se ha mantenido firme. Con elecciones a dos años vista, la dinámica de confrontación parece ser la estrategia continua del PP, alimentando un clima político ya enrarecido.
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