En un reciente evento en Badalona, el alcalde de la ciudad reiteró la preocupación por la disminución del uso del catalán en la vida cotidiana, alineándose con las opiniones expresadas por Salvador Illa y ERC. Destacó que, de no implementarse cambios en las políticas lingüísticas actuales, el catalán podría convertirse en una lengua residual en las calles dentro de dos o tres generaciones. Esta declaración se enmarca en un contexto de debate sobre la preservación de la lengua catalana en Cataluña, un tema de gran relevancia política y cultural.
La advertencia del alcalde subraya la urgencia de reevaluar las estrategias lingüísticas para asegurar la continuidad del uso del catalán. Tanto Illa como ERC han defendido la necesidad de reforzar políticas que fomenten el uso del idioma en todos los ámbitos de la sociedad. En este sentido, se ha puesto énfasis en la educación y la normativa cultural como herramientas fundamentales. La situación actual es vista como un desafío que requiere acciones concretas para evitar que el catalán pierda su presencia en la esfera pública y comunitaria.
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