En momentos de incertidumbre y duda, encontrar a alguien que verdaderamente crea en uno puede ser un salvavidas crucial. Esta es la reflexión de un individuo que recuerda con gratitud la figura de Chema, un hombre fuerte y directo que, a pesar de su carácter áspero, supo motivarlo y sacar lo mejor de él. El protagonista rememora cómo Chema, exentrenador y mentor, lo acompañó en sus momentos decisivos, desde la titularidad en equipos campeones hasta reprenderlo cariñosamente cuando se salía de la línea. La visita al hospital, después de dos décadas sin verlo, revela cómo los vínculos formados a través de la inspiración y el apoyo incondicional trascienden el tiempo y las circunstancias.
En el relato de la visita al hospital, se humaniza a Chema, ahora un paciente que enfrenta problemas de salud pero aún conserva su característico espíritu combativo. La relación entre ambos se construyó sobre una honestidad sin adornos que, más que roce, fortaleció su vínculo. La entrega al mentor de unos bombones y un periódico deportivo ilustra la conexión emocional que ambos han mantenido. Aunque hoy no se ven en la televisión y Chema está luchando contra la adversidad, la esencia de sus interacciones sigue viva: creerse mutuamente capaces de superar cualquier obstáculo. Es un testimonio de cómo el apoyo incondicional y el coraje compartido no solo marcan carreras deportivas, sino también las cruzadas personales que cada uno enfrenta.
Leer noticia completa en 20minutos.