Un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha desvelado que el cocido madrileño es, con un 76,3% de los votos, el plato más representativo de la comunidad de Madrid, superando a otros candidatos como el bocadillo de calamares y los callos a la madrileña. En el ámbito nacional, la tortilla de patatas encabeza la lista con un 66,2% de los encuestados considerándola el plato más típico de España, seguida de la paella (63,1%) y el jamón ibérico (32,3%). El cocido madrileño, servido en tres etapas conocidas como «vuelcos», no solo es una comida sino una experiencia que refleja la paciencia y la tradición de la cocina madrileña.
La receta del cocido madrileño ha pasado de generación en generación, manteniendo su esencia con ingredientes sencillos como garbanzos, verduras, carne y embutidos. Este plato, cuyo origen se remonta a una variación del guiso medieval llamado olla podrida, se consolidó como un alimento básico en Madrid durante los siglos XIX y XX. En la actualidad, lugares emblemáticos como La Bola, Malacatín y Lhardy en Madrid continúan sirviendo cocidos tradicionales que atraen tanto a locales como a turistas, evidenciando que la tradición culinaria del cocido sigue viva y bien valorada en la capital española.
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