El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso importante hacia la regulación del mercado de alojamientos turísticos al aprobar provisionalmente el Plan RESIDE, una iniciativa que busca equilibrar la convivencia entre los residentes y la creciente industria turística. Este plan, presentado por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad liderada por Borja Carabante, promueve la coexistencia de pisos turísticos con otros alojamientos, pero impide su operación en edificios residenciales. De esta manera, busca concentrar estos espacios en edificios destinados exclusivamente al turismo.
La decisión vino después de evaluar 59 escritos de ciudadanos y organizaciones en un proceso de consulta pública. El plan obtuvo el apoyo del Partido Popular, mientras que Vox se abstuvo y los grupos municipales de Más Madrid y Socialista votaron en contra. Ahora, el documento será revisado por la Comunidad de Madrid y podría entrar en vigor en agosto de 2025.
El Plan RESIDE también simplifica la normativa existente al reducir las áreas de regulación a dos: el centro histórico y el resto de la ciudad. En el centro histórico, se prohíbe los pisos turísticos dispersos en edificios residenciales y se estipula que los edificios no residenciales puedan albergar pisos turísticos sin restricciones. Además, se ofrecen incentivos para reconvertir edificios terciarios a uso residencial, fomentando así el creciente mercado del alquiler asequible y el coliving.
Para proteger el comercio local, la nueva normativa bloquea la transformación de locales comerciales en pisos turísticos en el centro histórico, actuando contra los efectos del Plan de Hospedaje de 2019 que había permitido estas transformaciones.
A la par de estas medidas, el Ayuntamiento lanzó un plan de acción transitorio en abril de 2024 para regularizar los pisos turísticos. Este plan incluye la suspensión de nuevas licencias y endurece las sanciones para propietarios que operan sin autorización. Con el incremento del 15% en la plantilla de inspectores, las sanciones por infracciones han aumentado significativamente, reflejando el compromiso del Ayuntamiento para frenar la proliferación de pisos turísticos ilegales.
El efecto de estas acciones ya se nota: un 82% de las viviendas que operaban de manera irregular restablecieron la legalidad en 2024. Este avance se traduce en 293 viviendas que ahora obedecen a la normativa como residencias, reforzando la visión del Ayuntamiento de proteger el uso residencial en el centro de Madrid.