En un contexto marcado por tensiones comerciales y el impacto de políticas proteccionistas, un distribuidor estadounidense, con raíces que se remontan a la era de la Prohibición, ha tomado medidas proactivas para asegurar la continuidad del suministro de vino gallego en el país norteamericano. Meses antes de que las posibles sanciones arancelarias se materializaran, la firma cargó 30 contenedores de vino en un barco, garantizando así la cobertura de las demandas de sus consumidores hasta el periodo navideño. Esta decisión refleja una estrategia que busca mitigar los riesgos asociados a las restricciones comerciales impuestas por la administración de Donald Trump, quien, según entienden expertos como Juan Vázquez Gancedo, no podría replicar localmente la particularidad y calidad del vino gallego.
Juan Vázquez Gancedo, una voz autorizada en el sector, ha resaltado que mientras los automóviles pueden ser objeto de fabricación en el extranjero, el vino producido en las regiones específicas de Galicia permanece inimitable. Sin embargo, Gancedo advierte sobre el futuro competitivo del mercado europeo, instando a que se adopten medidas para asegurar su viabilidad frente a economías emergentes y políticas proteccionistas. Su llamado a la acción sugiere que Europa debe reforzar su competitividad para evitar un declive económico que podría resultar fatal. En este sentido, recalca que la singularidad del producto gallego podría ofrecer una ventaja estratégica, pero no es suficiente sin un enfoque amplio y colaborativo para fortalecer la economía comunitaria.
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