Florence Pugh, una actriz conocida por su diversidad en el mundo del cine, ha abordado una trayectoria que va desde «Lady Macbeth» hasta «Viuda Negra», pasando por producciones como «Dune: Parte Dos» y «Oppenheimer». Su propensión a asumir riesgos la ha llevado a experiencias intensas, tanto positivas como desafiantes. Durante la filmación de «Thunderbolts» para Marvel Studios, Pugh se lanzó al vacío desde el edificio Merdeka 188 en Kuala Lumpur, una experiencia que simboliza su valentía. Sin embargo, no todos sus desafíos han sido físicos; la salud mental ha sido una constante en su carrera, especialmente en roles exigentes que la llevan al límite emocional.
Uno de los papeles más impactantes para Pugh fue en la película «Midsommar» dirigida por Ari Aster, donde interpretó un rol que dejó una profunda huella en su bienestar. Pugh ha confesado que el exigente papel le resultó tan tortuoso que no lo repetiría. Aunque destaca el orgullo por su actuación, reconoce la necesidad de protegerse emocionalmente en futuros proyectos. A pesar de las dificultades, refiere que la experiencia con Aster fue positiva, describiéndolo como un «genio chiflado» que le aportó momentos de humor en el set. Esta reflexión subraya la complejidad de su carrera y su habilidad para enfrentar y aprender de los desafíos profesionales y personales.
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