El mercado inmobiliario vive actualmente una paradoja entre precios de vivienda prohibitivos y un repunte significativo en el volumen de actividades. En septiembre y octubre, se ha experimentado un nivel de operaciones que no se veía desde hace tiempo, impulsado por el abaratamiento reciente de las hipotecas. Según expertos como María Matos de Fotocasa, hay una demanda intensa que durante los últimos dos años esperaba oportunidades más satisfactorias para comprar, lo que ahora se percibe como una ventana única de oportunidad. Fotocasa ha identificado que el perfil promedio del comprador es de 42 años, pertenecientes a un nivel socioeconómico medio-alto, con predilección por viviendas de dos dormitorios. A pesar de esto, el aumento en la adquisición no se traduce en jóvenes o clases medias-bajas ingresando al mercado, ya que para estos sectores, los precios siguen siendo una barrera sustancial.
Sergio Carbajal de Rastreator comparte esta perspectiva y añade que la bajada de los tipos de interés ha incrementado la demanda sin alterar significativamente el perfil del comprador. Esta tendencia ha sido facilitada por las políticas monetarias del Banco Central Europeo, que han reducido el coste del dinero, reflejándose en el euríbor y las ofertas hipotecarias. El número de compradores que solicitan hipotecas ha crecido del 57% al 66%, lo que junto con una reducción en el tiempo para cerrar la compra de inmuebles señala un mercado dinámico. A pesar de esto, aún persiste una demanda solvente que puede enfrentar los precios en alza, motivada por inversores extranjeros y compradores de reposición. Sin embargo, la sostenibilidad de este auge es cuestionable, dadas las predicciones de que los precios continuarán subiendo, y eventualmente podría restringir el mercado, según vaticina Matos para el 2026.
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