En los últimos días, el Papa Francisco ha sido diagnosticado con una infección polimicrobiana del tracto respiratorio, lo que ha llevado a los médicos a ajustar su tratamiento y requerir su hospitalización continua en el hospital Gemelli de Roma. La Santa Sede informó que los análisis realizados indican un cuadro clínico complejo, que precisará de hospitalización adecuada por varios días más. Desde su ingreso el pasado viernes, el pontífice argentino permanece en un estado estable y de buen ánimo, según confirmó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, quien aclaró que no se trata de un agravamiento, sino de un ajuste en la terapia basada en una comprensión más completa de la patología.
A pesar de su ingreso hospitalario, el Papa Francisco ha mantenido contacto con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, la única iglesia católica de la región, donde se refugian 600 personas. El pontífice ha realizado llamadas para expresar su preocupación por la situación, manteniendo su interés en la comunidad desde el inicio del conflicto. Mientras tanto, desde el Vaticano informaron que el Papa pasó su tercera noche en el hospital sin novedades y se espera una actualización sobre su situación en los próximos días. Hasta ahora, el Papa sigue el proceso terapéutico indicado por los médicos y ha participado en actividades ligeras, como seguir la misa por televisión y dedicar tiempo a la lectura y el descanso.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.