El papa Francisco, de 88 años, ha mostrado una mejora continua en su estado de salud tras haber permanecido hospitalizado en el Gemelli de Roma desde el 14 de febrero debido a una neumonía. La Santa Sede ha anunciado que Francisco aparecerá mañana domingo en la ventana de su habitación para saludar y bendecir a los fieles durante el Ángelus, marcando su primera aparición pública después de 37 días de convalecencia. Hasta ahora, solo se había publicado una imagen de él rezando en su capilla privada del hospital. Mientras el Vaticano mantiene un prudente optimismo, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, cercano al Pontífice, ha confirmado su notable recuperación física aunque su capacidad de habla sigue siendo limitada debido al prolongado uso de oxigenoterapia.
A pesar de los retos en su recuperación, incluidos problemas respiratorios y la rehabilitación necesaria tras el uso intensivo de ventilación mecánica, el Papa ha comenzado a reducir el suministro de oxígeno y a dormir sin mascarilla, lo que simboliza un avance hacia su recuperación total. Aunque no se ha fijado una fecha específica para su alta, la expectativa es que Francisco regrese al mismo nivel de actividad anterior a su enfermedad. Durante su hospitalización, las especulaciones sobre una posible renuncia han sido persistentes aunque infundadas, ya que el Vaticano afirma que Francisco ha permanecido consciente y lúcido, manteniendo cierta actividad laboral. Según el cardenal Fernández, una renuncia está fuera de consideración, enfatizando que Francisco sigue comprometido con su misión hasta el final de su pontificado.
Leer noticia completa en El Pais.