El papa Francisco, quien lleva 32 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma debido a problemas respiratorios derivados de una neumonía bilateral, ha mostrado una leve mejoría en su estado de salud. Según fuentes vaticanas, el pontífice ha comenzado a requerir un menor flujo de oxígeno en su terapia y, ocasionalmente, puede prescindir de las cánulas nasales para pequeños traslados, como el que realiza para concelebrar misa en la capilla del apartamento privado del hospital. A pesar de haber pasado por cuatro crisis difíciles, su situación actual se ha estabilizado, lo que ha llevado a la decisión de emitir boletines médicos con menor frecuencia.
La Santa Sede publicó recientemente la primera imagen del papa Francisco desde su ingreso, en la que se le ve sin las cánulas nasales durante la misa, lo cual refleja el progreso en su tratamiento. Los médicos han destacado que, por primera vez, el pontífice puede alternar entre altos y bajos flujos de oxígeno, lo que se ha logrado gracias a las mejoras en su fisioterapia respiratoria y motora. Aunque Francisco sigue bajo cuidados médicos intensivos, su gradual recuperación ha alejado el «peligro inminente», y se espera que el próximo informe sobre su salud se publique a mitad de semana.
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