El Papa Francisco, el primer pontífice nacido en América Latina, ha cumplido 88 años, manteniendo una salud que le permite seguir realizando viajes internacionales. Desde su elección como sucesor de Benedicto XVI en 2013, Francisco ha trabajado por revitalizar la Iglesia Católica, que enfrenta el avance de los evangélicos en su continente natal. Conocido por su cercanía al Sur Global, el Papa ha adoptado posturas progresistas, poniéndose del lado de los inmigrantes y los pobres. Ha criticado la industria armamentística y se ha manifestado sobre conflictos contemporáneos como los de Palestina y Ucrania, instando a buscar la paz y el diálogo, aunque sus comentarios sobre Ucrania han generado ciertas controversias. Sin embargo, su estilo directo y su rechazo a prácticas como el aborto y el útero en alquiler han generado no pocas críticas, tanto desde dentro como fuera de la Iglesia.
El pontificado de Francisco también ha estado marcado por una activa lucha contra abusos sexuales dentro de la Iglesia, aunque el avance en este aspecto ha sido lento. Además, su atención a las cuestiones económicas globales se ha manifestado pidiendo la condonación de la deuda de los países más pobres en vísperas del Jubileo. A pesar de ser una figura cercana al Sur Global y América Latina, el Papa enfrenta el desafío de una creciente conversión hacia iglesias evangélicas en la región. Con posturas a veces polémicas, como su distinción entre matrimonio y unión civil para parejas homosexuales, Francisco se ha mantenido como un líder que busca acercar a la Iglesia a los márgenes de la sociedad, todo ello mientras enfrenta los desafíos de la edad y problemas de salud.
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