El modelo y actor Jon Kortajarena ha encontrado en Lanzarote un refugio que desafía la perfección típica de su industria. En las faldas del Risco de Famara, Kortajarena ha transformado un conjunto de bungalós de los años 70 en «Casa Sua», un hogar que combina el estilo oriental con la autenticidad del paisaje volcánico de la isla. Este proyecto de interiorismo fue liderado por la diseñadora Morena Bucher, quien junto con Kortajarena, aplicó principios de la filosofía japonesa wabi-sabi, que encuentra belleza en la imperfección y el paso del tiempo. La villa, apartada del bullicio de destinos como las Baleares, ofrece a Kortajarena un lugar donde puede desconectar de la exposición mediática y reconectar con sus raíces.
El arquitecto José María Sánchez Pérez, colaborador del célebre artista César Manrique, logró integrar la vivienda con su entorno natural. Las paredes de cemento desnudo y el diseño minimalista refuerzan esta conexión, y los materiales nobles utilizados aportan una estética sobria. Kortajarena decoró la casa con objetos recogidos de sus viajes, prescindiendo de elementos electrónicos para que la luz solar marque el ritmo del día. El cuarto de baño exterior se convierte en uno de sus espacios favoritos, subrayando su deseo de vivir en consonancia con la naturaleza. A través de este refugio, Kortajarena explora la relación entre belleza y crudeza, creando un espacio personal y único que está en constante relación con el esplendor natural de Lanzarote.
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