La Comisión Europea ha dado un paso decisivo en su agenda para posicionar a la Unión Europea (UE) como líder mundial en innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental. La presentación del Competitiveness Compass, o Brújula de la Competitividad, marca la entrada de esta estrategia que guiará el rumbo económico y de desarrollo del bloque comunitario. El principal objetivo es convertir a Europa en la cuna de tecnología de vanguardia, servicios innovadores y productos ecológicos, asegurando, al mismo tiempo, que el continente alcance la neutralidad climática antes que cualquier otra región.
Durante las últimas dos décadas, la UE ha visto un estancamiento en su crecimiento de productividad, una situación que le ha hecho perder terreno frente a otras grandes economías. Aunque cuenta con una fuerza laboral altamente cualificada, un mercado único robusto y una infraestructura social única, la urgencia de eliminar barreras estructurales que impiden su desarrollo es patente.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha enfatizado la necesidad de actuar con celeridad. «Europa tiene todo lo necesario para liderar la carrera hacia la cima», afirmó. Según Von der Leyen, la Brújula de la Competitividad transforma recomendaciones previas en una hoja de ruta concreta, destacando la necesidad de unidad y acción rápida en el contexto actual.
La nueva estrategia se basa en el Informe Draghi y destaca tres áreas prioritarias para transformar a la UE. En primer lugar, cerrar la brecha de innovación, impulsando el liderazgo en tecnología mediante iniciativas como las ‘Gigafactorías de IA’ y un régimen legal armonizado que favorezca el crecimiento de startups. En segundo lugar, la transición hacia una economía baja en carbono sin sacrificar el crecimiento industrial, a través del Clean Industrial Deal y un plan de energía asequible. Por último, reducir dependencias estratégicas mediante acuerdos comerciales que aseguren el acceso a materias primas y tecnologías limpias.
Además, la estrategia se complementa con cinco elementos facilitadores, que incluyen simplificación normativa, eliminación de barreras en el mercado único, acceso a financiación, desarrollo de talento y mejor coordinación de políticas. Estos aspectos buscan garantizar un impacto positivo en sectores clave y fortalecer la competitividad europea a nivel global.
El vicepresidente ejecutivo, Stéphane Séjourné, resaltó que esta estrategia representa un cambio de mentalidad para la UE, enfocando esfuerzos en la simplificación, inversión y aceleración de prioridades económicas, sin perder de vista los valores europeos de respeto y sostenibilidad.
El éxito de la Brújula de la Competitividad dependerá de la velocidad y coordinación entre los Estados miembros, ya que la competencia global avanza sin pausa. Europa apuesta por la transformación digital, la innovación tecnológica y la sostenibilidad como pilares para afianzar su liderazgo en las próximas décadas. La Comisión Europea brinda más detalles sobre esta iniciativa en su plataforma digital, invitando a los interesados a profundizar en las iniciativas clave del proyecto.
