Desde su regreso a la televisión española, «Gran Hermano» ha adaptado medidas para abordar las situaciones íntimas que surgen entre los concursantes, una dinámica comúnmente conocida como «edredoning». En su regreso a Mediaset España tras varios años de ausencia, la producción ha instruido a sus participantes para que realicen un gesto de consentimiento mutuo antes de cualquier encuentro íntimo, con el fin de asegurar que ambos están de acuerdo y evitar así malentendidos o situaciones incómodas. Este sencillo gesto, que consiste en levantar el pulgar, debe ser dirigido a la cámara más cercana en la casa de Guadalix de la Sierra, que cuenta con monitoreo constante las 24 horas del día.
En la actualidad, esta normativa ya ha sido puesta a prueba por varias parejas dentro del reality, destacándose entre ellas Violeta y Edi, quienes protagonizaron un notorio encuentro íntimo. Sin embargo, este momento no pasó desapercibido entre sus compañeros y espectadores, generando diversas reacciones y comentarios, principalmente debido a la falta de inhibiciones mostrada por ambos participantes. Aunque en el calor del momento parecían despreocupados, la reflexión posterior trajo consigo arrepentimientos y preocupaciones por parte de Violeta, quien temía por la percepción pública y la reacción de su entorno familiar al presenciar estas escenas desde el exterior.
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