El Museu de Mallorca se engalana con la llegada de la obra maestra «La Vista y el Olfato» de Jan Brueghel el Viejo, como parte de la iniciativa cultural «El arte que conecta». Esta significativa colaboración entre el Museo Nacional del Prado y Telefónica trae a la isla una obra que es crucial para la comprensión del arte flamenco y su expresión en la representación de los sentidos.
La obra, que podrá admirarse en el Museu de Mallorca hasta el 10 de noviembre de 2024, forma parte de un par de pinturas que evocan los sentidos humanos. Junto a su compañera «El Tacto, el Oído y el Gusto», estas piezas son ecos de los originales concebidos en Amberes para los Archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, desgraciadamente perdidos en el incendio del Palacio de Bruselas en 1731. Jan Brueghel el Viejo, junto a otros talentosos pintores de Amberes, reconstruyó estas piezas que hoy ofrecen una ventana a ese valioso mundo perdido.
La conexión entre estas obras y las realizadas por Brueghel el Viejo en conjunto con Rubens para el Alcázar de Madrid en 1618 es evidente. La representación alegórica de los cinco sentidos, mediante figuras femeninas rodeadas de suntuosos objetos artísticos, crea una experiencia inmersiva. A diferencia de series anteriores donde los sentidos se presentaban por separado, en esta ocasión el espectador es invitado a contemplarlos en un solo acto visual armonioso.
Este evento en Mallorca se enmarca dentro de la celebración del centenario de Telefónica, que en asociación con el Prado ha emprendido la misión de llevar el arte a 18 localidades españolas. Esta travesía artística incluye obras de grandes maestros como Velázquez, Goya, Rubens y Murillo, con el objetivo de conectar personas mediante la cultura y dinamizar la vida cultural de cada región visitada.
La iniciativa «El arte que conecta» es un paso más en el camino que el Museo del Prado inició con su programa «De Gira por España» durante el Bicentenario en 2019. Este proyecto amplió la presencia del museo a casi cuarenta ciudades, y se complementa con esfuerzos itinerantes como «El Prado en las calles», donde réplicas fotográficas de sus valiosas colecciones han recorrido distintas zonas de España, acercando el arte a nuevos públicos.
Con esta exhibición, el Museo de Mallorca no solo honra a un maestro del arte flamenco, sino que también se convierte en un punto vital de encuentro y de enriquecimiento cultural para locales y visitantes por igual.