Carlos Jiménez ha dedicado seis décadas de su vida a reunir una impresionante colección que hoy conforma el Museo del Cine de Villarejo de Salvanés, en Madrid. Este espacio ofrece a los visitantes un viaje didáctico a través de la evolución del séptimo arte, exhibiendo piezas únicas y artilugios históricos. Entre los tesoros que alberga destacan las linternas mágicas, biciproyectores, las primeras cámaras de los hermanos Lumière y cabinas de cine completas. La colección es testimonio del amor de Jiménez por el cine y su compromiso por preservar su legado histórico para las futuras generaciones.
El museo no solo es un homenaje a la tecnología y el arte cinematográfico, sino también un reflejo de la pasión de Jiménez, cuya visión ha permitido rescatar y preservar elementos fundamentales de la historia del cine. A lo largo de los años, ha logrado convertir su afición personal en un recurso educativo y cultural, brindando a sus visitantes una experiencia única para comprender cómo ha evolucionado el cine desde sus inicios. Este esfuerzo no solo ensalza la importancia del cine en la cultura mundial, sino que también subraya el valor de la conservación del patrimonio histórico.
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