El Museo Nacional Reina Sofía, conocido por albergar el icónico «Guernica» de Picasso, también es famoso por las inquietantes historias de su pasado. Se dice que el edificio es el hogar del fantasma de Ataúlfo, un personaje legendario que ha capturado la imaginación popular con relatos de fenómenos paranormales y macabros descubrimientos. Antes de ser museo, el edificio fue un hospital construido en el siglo XVI por orden del rey Felipe II, y más tarde, en 1788, se convirtió en el Hospital General de Madrid. Durante siglos, sus muros presenciaron tragedias humanas, sufrimiento y muerte, especialmente durante la Guerra Civil, cuando funcionó como hospital de sangre y lugar de reclusión. Este pasado sombrío alimenta la leyenda de Ataúlfo, un antiguo paciente descrito durante una sesión de ouija en los años 90 como un «loco peligroso y asesino».
A lo largo de los años, trabajadores y visitantes han reportado fenómenos inexplicables en el museo, como voces misteriosas, pasos en pasillos vacíos y figuras espectrales, incluidas las de monjas que desaparecen en los muros. También se han encontrado restos humanos bajo el edificio, fortaleciendo la creencia de que el lugar es un epicentro de energía sobrenatural. Aunque escépticos sugieren explicaciones científicas, como la presencia de un río subterráneo y campos magnéticos anormales, la leyenda de Ataúlfo sigue viva en el imaginario colectivo. El Reina Sofía, reconocido por su arte, también permanece envuelto en misterio, atrayendo no solo a amantes del arte sino también a aquellos fascinados por lo paranormal.
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