Santi Cazorla, tras su actuación clave en la semifinal, no pudo participar en el crucial encuentro entre el Oviedo y el Mirandés debido a una lesión en la rodilla. Desde las cabinas de prensa de Anduva, el veterano futbolista vivió un partido lleno de emociones, donde el Mirandés consiguió adelantarse rápidamente con un gol de Alberto Reina en el minuto 2. La ciudad amaneció dividida entre los colores rojinegros y el deseo azul de regresar a la Primera División después de 24 años. Las gradas del estadio estaban al máximo de su capacidad, reflejando la intensidad de una afición ansiosa por el desenlace del enfrentamiento.
El partido, aunque lleno de furor competitivo, careció de buen fútbol, con pocas oportunidades claras para ambos equipos. El Mirandés tuvo un par de ocasiones para ampliar su ventaja, pero el portero del Oviedo, Aarón Escandell, estuvo atento para evitarlo. En la segunda mitad, el Oviedo sintió la presión de igualar el marcador, lo que dejó espacio para que el Mirandés tuviera más oportunidades. Un penalti en el tramo final del partido, tras una falta de Hugo Rincón, dio al Oviedo una oportunidad de oro. Sin embargo, el portero del Mirandés, Raúl Fernández, se convirtió en el héroe del partido al detener el potente disparo de Santiago Colombatto, asegurando así que el resultado mantuviese la emoción para el decisivo partido de vuelta en Oviedo.
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